Gabriel Milito: vitrinas vacías y los debates internos con la traición
Ya le había dicho que no a Toluca, a Granada, a la selección de Perú, a un par de clubes del fútbol brasileño, a Talleres, a Vélez… Se había desvinculado de Argentinos tras quedar eliminado de la Copa Argentina contra San Martín, de San Juan, se acercaba fin de año y corrían los rumores sobre una enfermedad en Gabriel Milito. Esa mañana de diciembre de 2023, él rompía el silencio en LA NACION y desactivaba los rumores maliciosos: “diabetes tipo 1 por estrés. Controlada, no hay nada más. Mentalmente el fútbol argentino es agotador. Como jugador sabía que el fusible era el técnico, y ahora hace años que sé que yo soy el fusible”. Y enseguida aclaraba que su carrera pronto iba a continuar, pero seguía esperando la propuesta que lo atrapara: “El próximo proyecto tendré que sentirlo. Por supuesto que tengo ganas de trabajar, pero debe ser algo que realmente me conmueva. Puede ser en la Argentina o afuera”.